La experiencia ha demostrado que los problemas en un sistema hidráulico son inevitables cuando se permite que el líquido se contamine. La naturaleza del problema, ya sea un simple mal funcionamiento o la destrucción completa de un componente, depende en cierta medida del tipo de contaminante. Dos contaminantes generales son:
- Abrasivos, que incluyen partículas como arena de núcleo, salpicaduras de soldadura, virutas de mecanizado y óxido.
- No abrasivos, que incluyen los resultantes de la oxidación del aceite y las partículas blandas desgastadas o trituradas de las juntas y otros componentes orgánicos.
Siempre que se sospeche que un sistema hidráulico se ha contaminado o que el sistema ha funcionado a temperaturas superiores a las máximas especificadas, se debe realizar una comprobación del sistema.
Los filtros de la mayoría de los sistemas hidráulicos están diseñados para eliminar la mayoría de las partículas extrañas que son visibles a simple vista. El líquido hidráulico que parece limpio a simple vista puede estar contaminado hasta el punto de no ser apto para su uso.
Por lo tanto, la inspección visual del líquido hidráulico no determina la cantidad total de contaminación en el sistema. Las partículas grandes de impurezas en el sistema hidráulico son indicaciones de que uno o más componentes están siendo sometidos a un desgaste excesivo. Aislar el componente defectuoso requiere un proceso sistemático de eliminación.
El fluido devuelto al depósito puede contener impurezas de cualquier parte del sistema. Para determinar cuál es el componente defectuoso, deben tomarse muestras de líquido del depósito y de otros lugares del sistema. Las muestras deben tomarse de acuerdo con las instrucciones del fabricante aplicables a un sistema hidráulico concreto.
Algunos sistemas hidráulicos están equipados con válvulas de purga instaladas permanentemente para tomar muestras de líquido, mientras que en otros sistemas, las líneas deben ser desconectadas para proporcionar un lugar para tomar una muestra.
Los filtros proporcionan un control adecuado del problema de la contaminación durante todas las operaciones normales del sistema hidráulico. El control del tamaño y la cantidad de contaminación que entra en el sistema desde cualquier otra fuente es responsabilidad de las personas que dan servicio y mantienen el equipo.
Por lo tanto, se deben tomar precauciones para minimizar la contaminación durante las operaciones de mantenimiento, reparación y servicio. Si el sistema se contamina, el elemento filtrante debe ser retirado y limpiado o reemplazado.
Salud y manejo del fluido
Algunos fluidos a base de éster de fosfato se mezclan con aditivos de rendimiento. Los ésteres de fosfato son buenos disolventes y disuelven parte de los materiales grasos de la piel. La exposición repetida o prolongada puede provocar la sequedad de la piel, que si no se atiende, podría dar lugar a complicaciones, como dermatitis o incluso una infección secundaria por bacterias.
Los fluidos a base de ésteres de fosfato podrían provocar picores en la piel, pero no se sabe que causen erupciones cutáneas de tipo alérgico. Utilice siempre los guantes y la protección ocular adecuados cuando manipule cualquier tipo de fluido hidráulico.
Cuando sea posible la exposición a vapores o nieblas a base de ésteres de fosfato, debe usarse un respirador capaz de eliminar los vapores y nieblas orgánicas. Debe evitarse la ingestión de cualquier fluido hidráulico.
Aunque pequeñas cantidades no parecen ser altamente peligrosas, cualquier cantidad significativa debe ser analizada de acuerdo con las indicaciones del fabricante, seguida de un tratamiento estomacal supervisado por un hospital.