La refrigeración por aire se consigue mediante el flujo de aire hacia el compartimento del motor a través de las aberturas situadas en la parte delantera del capó. Los deflectores dirigen este aire sobre las aletas fijadas a los cilindros del motor y otras partes del mismo, donde el aire absorbe el calor del motor. La expulsión del aire caliente tiene lugar a través de una o más aberturas en la parte inferior y trasera del capó del motor.
El aire exterior entra en el compartimento del motor a través de una entrada situada detrás del centro de la hélice. Los deflectores lo dirigen a las partes más calientes del motor, principalmente los cilindros, que tienen aletas que aumentan la superficie expuesta al flujo de aire.
El sistema de refrigeración por aire es menos eficaz durante las operaciones en tierra, los despegues, los giros y otros períodos de funcionamiento de alta potencia y baja velocidad del aire. Por el contrario, los descensos a alta velocidad proporcionan un exceso de aire y pueden enfriar el motor de forma brusca, sometiéndolo a fluctuaciones de temperatura. TEXTO COMPLETO E IMAGENES