Para que un helicóptero genere sustentación, las palas del rotor deben estar girando. La rotación del disco del rotor impulsa las palas en el aire, creando una componente de viento relativo sin tener que mover el fuselaje a través del aire como ocurre con un avión o un planeador. Dependiendo del movimiento de las palas y del fuselaje del helicóptero, hay muchos factores que hacen variar la dirección relativa del viento. TEXTO COMPLETO E IMAGENES
La rotación del disco del rotor crea una fuerza centrífuga (inercia), que tiende a tirar de las palas en línea recta hacia fuera del centro del rotor principal: cuanto más rápida es la rotación, mayor es la fuerza centrífuga, cuanto más lenta es la rotación, menor es la fuerza centrífuga. Esta fuerza da a las palas del rotor su rigidez y, a su vez, la fuerza para soportar el peso del helicóptero. La fuerza centrífuga máxima generada viene determinada por el número máximo de revoluciones por minuto (rpm) del rotor en funcionamiento. TEXTO COMPLETO E IMAGENES
Al aumentar la sustentación de las palas (en un despegue, por ejemplo), actúan dos fuerzas principales al mismo tiempo: la fuerza centrífuga que actúa hacia fuera y la sustentación que actúa hacia arriba. El resultado de estas dos fuerzas es que las palas adoptan una trayectoria cónica en lugar de permanecer en el plano perpendicular al mástil. Esto puede verse en cualquier helicóptero cuando despega; el disco del rotor pasa de ser plano a tener una ligera forma cónica. TEXTO COMPLETO E IMAGENES
Si se permite que las revoluciones del rotor sean demasiado bajas (por debajo de las revoluciones mínimas de encendido del rotor, por ejemplo), la fuerza centrífuga se reduce y el ángulo de conicidad se hace mucho mayor. En otras palabras, si las rpm disminuyen demasiado, en algún momento las palas del rotor se doblan sin posibilidad de recuperación. TEXTO COMPLETO E IMAGENES