En una configuración de cola en T, el elevador está por encima de la mayoría de los efectos de la corriente descendente de la hélice, así como del flujo de aire alrededor del fuselaje y/o las alas durante las condiciones normales de vuelo. El funcionamiento de los elevadores en este aire inalterado permite movimientos de control que son consistentes en la mayoría de los regímenes de vuelo.
Los diseños de cola en T se han hecho populares en muchas aeronaves ligeras y de gran tamaño, especialmente en aquellas con motores montados en la popa del fuselaje, ya que la configuración de la cola en T aleja a la cola del chorro de escape de los motores. Los hidroaviones y los anfibios suelen tener colas en T para mantener las superficies horizontales lo más lejos posible del agua. Una ventaja adicional es la reducción del ruido y las vibraciones en el interior de la aeronave.