La acumulación de hielo aumenta la resistencia y reduce la sustentación. Provoca vibraciones destructivas y dificulta las lecturas de los instrumentos reales. Las superficies de control se desequilibran o se congelan.
Las ranuras fijas se llenan y las ranuras móviles se atascan. La recepción de radio se ve obstaculizada y el rendimiento del motor se ve afectado. El hielo, la nieve y el aguanieve tienen un impacto directo en la seguridad del vuelo.
No sólo por la degradación de la sustentación, la reducción del rendimiento en el despegue y/o la maniobrabilidad de la aeronave, sino que cuando los trozos se desprenden, también pueden causar fallos en el motor y daños estructurales. Los motores montados en la popa del fuselaje son particularmente susceptibles
a este fenómeno de daños por objetos extraños (FOD). Sin embargo, no se excluyen los motores montados en las alas. El hielo puede estar presente en cualquier parte de la aeronave y, cuando se desprende, hay cierta probabilidad de que pueda entrar en un motor.
El peor caso es que el hielo en el ala se desprenda durante el despegue debido a la flexión del ala y vaya directamente al motor, provocando oleadas, vibraciones y una pérdida total de empuje.
La nieve ligera que se desprende de las superficies del ala y del fuselaje también puede causar daños en el motor, provocando sobretensión, vibración y pérdida de empuje.
Siempre que se produzcan condiciones de hielo, las características de rendimiento del avión se deterioran. El incremento de la resistencia aerodinámica aumenta el consumo de combustible, reduciendo la autonomía del avión y dificultando el mantenimiento de la velocidad.
Hay que prever una disminución de la velocidad de ascenso, no sólo por la disminución de la eficiencia de las alas y del empenaje, sino también por la posible reducción de la eficiencia de las hélices y el aumento del peso bruto.
Deben evitarse las maniobras bruscas y los giros bruscos a baja velocidad porque el avión entra en pérdida a velocidades superiores a las publicadas con la acumulación de hielo. En la aproximación final para el aterrizaje, se debe mantener una mayor velocidad del aire para compensar este aumento de la velocidad de pérdida.
Después de la toma de contacto con una gran acumulación de hielo, las distancias de aterrizaje pueden ser hasta el doble de la distancia normal debido a las mayores velocidades de aterrizaje. En este capítulo se analiza la prevención y eliminación del hielo mediante presión neumática, aplicación de calor y aplicación de fluidos.
Los sistemas de protección contra el hielo y la lluvia utilizados en las aeronaves evitan la formación de hielo en los siguientes componentes del avión:
- Bordes de ataque del ala (Wing leading edges)
- Bordes de ataque del estabilizador horizontal y vertical (Horizontal and vertical stabilizer leading edges)
- Bordes de ataque del capó del motor (Engine cowl leading edges)
- Hélices (Propellers)
- Hilera de la hélice (Propeller spinner)
- Sondas de datos de aire (Air data probes)
- Ventanas de la cabina de vuelo (Flight deck windows)
- Líneas y desagües del sistema de agua y residuos (Water and waste system lines and drains)
- Antena (Antenna)
En los aviones modernos, muchos de estos sistemas son controlados automáticamente por el sistema de detección de hielo y los computadores de a bordo.