Aviones pequeños de un solo motor
Las aeronaves ligeras suelen tener un sistema eléctrico relativamente sencillo porque las aeronaves sencillas suelen requerir menos redundancia y menos complejidad que las aeronaves de categoría de transporte más grandes.
En la mayoría de las aeronaves ligeras, sólo hay un sistema eléctrico alimentado por el alternador o generador accionado por el motor. La batería de la aeronave se utiliza para la alimentación de emergencia y el arranque del motor. La energía eléctrica se distribuye normalmente a través de uno o más puntos comunes conocidos como bus eléctrico (o barra colectora).
Casi todos los circuitos eléctricos deben estar protegidos contra los fallos que puedan producirse en el sistema. Los fallos se conocen comúnmente como aperturas o cortocircuitos. Un circuito abierto es un fallo eléctrico que se produce cuando un circuito se desconecta.
Un cortocircuito es un fallo eléctrico que se produce cuando uno o más circuitos crean una conexión no deseada. El cortocircuito más peligroso se produce cuando un cable positivo crea una conexión no deseada con una conexión negativa o a tierra. A esto se le suele llamar cortocircuito a tierra.
Hay dos formas de proteger los sistemas eléctricos de los fallos: mecánica y eléctricamente. Mecánicamente, los cables y componentes se protegen de la abrasión y el desgaste excesivo mediante una instalación adecuada y la adición de cubiertas y escudos protectores.
Eléctricamente, los cables pueden protegerse mediante disyuntores y fusibles. Los disyuntores protegen cada sistema en caso de cortocircuito. Hay que tener en cuenta que se pueden utilizar fusibles en lugar de disyuntores. Los fusibles suelen encontrarse en los aviones más antiguos.