Muchos aviones están presurizados. Esto significa que se bombea aire a la cabina después del despegue y se establece una diferencia de presión entre el aire del interior de la cabina y el aire del exterior. Este diferencial se regula y se mantiene. De este modo, se dispone de suficiente oxígeno para que los pasajeros puedan respirar con normalidad y moverse por la cabina sin necesidad de equipos especiales a gran altura. (Texto Completo)
La presurización provoca una tensión importante en la estructura del fuselaje y aumenta la complejidad del diseño. Además de soportar la diferencia de presión entre el aire del interior y el del exterior de la cabina, el hecho de pasar de no presurizado a presurizado y viceversa en cada vuelo provoca la fatiga del metal. Para hacer frente a estos impactos y a las demás tensiones del vuelo, casi todos los aviones presurizados tienen un diseño semimonocasco. Las estructuras del fuselaje presurizado se someten a extensas inspecciones periódicas para garantizar que se descubra y repare cualquier daño. La debilidad o los fallos repetidos en una zona de la estructura pueden requerir la modificación o el rediseño de esa sección del fuselaje. (Texto Completo)